
Sajazarra
Uno de los pueblos más bonitos de España, donde el tiempo parece haberse
detenido entre calles empedradas, casas solariegas y viñedos infinitos.
Visita su castillo medieval perfectamente conservado (hoy bodega privada).
Pasea hasta la iglesia de la Asunción y déjate envolver por la historia. En el
marco de La Rioja Festival, escuchamos un impresionante concierto con
@pablosainzvillegas y el cuarteto de cuerdas @cuartetocasals.
Cata vinos locales en una de las bodegas familiares del pueblo, como la Bodega Castillo de Sajazarra, en donde catamos vinos muy buenos como su crianza ysu Reserva, Castillo de Sajazarra.
Y al atardecer... sube al mirador, admira las campanas de la Torre y contempla la
magia del valle del Ebro. erfecto para una escapada de vino, cultura y tranquilidad.
Haro
Este encantador pueblo no solo es famoso por su arquitectura señorial y su
ambiente acogedor, sino por ser la cuna del vino riojano. Haro alberga algunas
de las bodegas más antiguas de España, donde tradición y modernidad se
encuentran en cada copa. La mayoría se encuentran en el famoso Barrio de la
Estación, como Muga o López de Heredia.
Una experiencia inolvidable entre viñedos centenarios, catas excepcionales y la
famosa Batalla del Vino. Muy recomendado hacer una visita guiada desde la
oficina de turismo.
Logroño
Una ciudad que se saborea. Entre historia, arquitectura y copa en mano, ofrece
un recorrido inolvidable por la cultura riojana.
¿Qué no te puedes perder?
Calle Laurel y Calle San Juan – Para tapear como un local: champiñones a la
plancha, tortilla, zamburiñas y, por supuesto, vino Rioja en cada bar.
Concatedral de Santa María de la Redonda – Majestuosa y elegante, en pleno
casco histórico.
Parque del Espolón y Puente de Piedra – Ideales para pasear entre historia y
vistas al río Ebro.
Centro de la Cultura del Rioja (CCR) – Una parada esencial para los amantes
del vino.
Camino de Santiago – el camino atraviesa la ciudad y permite descubrir sus
rincones.
Logroño es acogedora y perfecta para recorrer a pie.
San Millán de la Cogolla
Un lugar sagrado para la historia y la lengua. Aquí, entre los silencios milenarios
de los monasterios de Suso y Yuso, nacieron las primeras palabras escritas en
castellano y euskera.
Patrimonio de la Humanidad, este rincón riojano es mucho más que arquitectura
religiosa: es cuna de nuestra lengua y cultura.
Una parada obligatoria para los amantes de la historia, el vino… y las palabras.
Las Glosas Emilianenses, escritas en el siglo X (hacia el año 964 d.C.), se
consideran el primer testimonio del español escrito. Las Glosas Emilianenses son
una serie de anotaciones manuscritas consideradas uno de los documentos más
antiguos conocidos en los que aparece el castellano escrito —junto con elementos del
vasco y el latín vulgar. Aparecen en un manuscrito religioso (comentario a los Salmos),
escrito en latín. Contienen unas 40 anotaciones en romance (proto-castellano) y unas
pocas en vasco.
¡Y se pueden ver las originales en el Monasterio de Yuso!